Cuando finalizamos un ejercicio, nuestro organismo libera ácido láctico a través de los músculos. Este se cristaliza y crea fibras rígidas. Por ello, debemos prevenir esas tensiones musculares por medio de vibraciones a través de una pistola que se apoya en el cuerpo, mejorando la circulación sanguínea, el dolor y el estrés muscular.